El dentista que se adueñó de los pacientes
El sitio web Dentistry hace un tiempo trató una historia curiosa. El caso de un dentista asociado que dejó el consultorio donde había trabajado durante cinco años y se llevó consigo fotos y datos de los registros de aquellos pacientes que había atendido. El dentista consideró que los pacientes le pertenecían y decidió adueñarse de la Historia Clinica Dental de cada uno de ellos. El dentista que abandonó su lugar de trabajo no había firmado ningún contrato previamente. Para empeorar aún más las cosas, el profesional lucró con el historial de sus antiguos pacientes para poder asociarse con otro profesional.
Lamentablemente, casos como estos existen en todo el mundo y con diferentes niveles de gravedad. Más allá del debate sobre si es ético o no proceder de esta manera, existen leyes y procedimientos legales para proteger a los pacientes.
La necesidad de proteger la información del paciente
En el área de la salud, así como en todas las áreas de la vida, a veces se dan oportunidades complejas que impulsan cambios radicales en la forma de hacer las cosas. La información del paciente en las instituciones de la salud, en los consultorios privados, así como en los hospitales, es un tema que genera debates, y en oportunidades, la necesidad de desarrollar políticas diferentes.
La privacidad del paciente
La privacidad de los pacientes se refiere al derecho que estos tienen sobre su propia información médica. Se entiende que los pacientes deben decidir cuándo, cómo y con quién compartir dicha información. La preservación de la privacidad es la razón por la cuál el traslado de la historia clínica debe ser cuidadosamente tratada cuando el paciente decide hacer una consulta médica en otra institución o con otro profesional. El proceso requiere de autorizaciones y acuerdos. Ni el paciente puede simplemente tomar su historia clínica e irse con ella, ni los profesionales son dueños de ella; y esto está legalmente estipulado.
¿Qué es la Historia Clínica?
A partir del primer episodio de salud de un paciente se genera un historial clínico. Tanto los hospitales, como centros de atención de salud, e incluso un consultorio médico, son los encargados de completar y llevar un control de la evolución del paciente. Antes que nada, debe entenderse que la Historia Clínica es un documento. En ese documento se lleva un registro de la atención, las enfermedades y temas importantes relacionados con la salud del paciente. Como documento, esta historia se enmarca en el plano legal y puede ser utilizada como evidencia ante las autoridades, en caso de ser necesario.
Por otro lado, dentro de la Historia Clínica se incluye lo que se llama la anamnesis, es decir, todo lo que el paciente o tutor, en caso de tratarse de un menor, han declarado en la consulta. También queda registrado el examen físico y las observaciones del profesional, y finalmente, cualquier prueba, examen o estudio realizado en laboratorio. En base a estos datos, los profesionales van completando la historia del paciente.
La ley
El trato que se le da a la Historia Clínica no es igual en los diferentes países. En el caso de España, por ejemplo, existe la Ley 41/2002, donde se establece que las instituciones tienen la obligación de custodiar, vigilar, regular y facilitar el acceso a ellas. Sin embargo, según esta ley, el paciente no puede hacer uso de la Historia Clínica si es en perjuicio del derecho a la confidencialidad de los datos de terceras personas.
En la República Argentina, la Ley 26.529 aclara los derechos y obligaciones de las personas intervinientes en la Historia Clínica, y el derecho y consentimiento informado del paciente ante las autoridades de centros de salud.
Colombia establece la normativa del diligenciamiento del historial médico en la Resolución 1995 de 1999.
Solo hemos mencionado algunas de las normas que existen en algunos países, ya que en cada uno de los ejemplos mencionados existen estas leyes y otras normas que las complementan. Y así, cada país cuenta con su propia normativa, leyes y reglamentos que se encargan de proteger la información sensible del paciente con el objetivo de mantener una relación médico-paciente de confianza.
Conclusión
La privacidad y el derecho a la protección de datos del paciente está vigente en todo el mundo y en todos los ámbitos de tratamiento médico. Por lo tanto, en aquellos casos en los que los que deberían hacer valer nuestros derechos de privacidad no actúan como es debido, los pacientes tienen la posibilidad de hacer las denuncias correspondientes ante las autoridades. Proteger nuestros datos personales también es nuestra obligación.