Contratar al personal equivocado puede afectar su práctica dental
¿Qué sucede cuando se forma un equipo que no es eficaz en la práctica dental? ¿Qué impacto puede tener en el resultado de la prestación del servicio? ¿Puede tener consecuencias graves? Todas estas preguntas deben hacerse todos los dentistas y profesionales de la salud que emprenden su propio consultorio y también aquellos que ya están en marcha. Los primeros podrán tomar las medidas necesarias para empezar con el pie derecho, y los segundos tendrán la posibilidad de hacer los cambios necesarios antes de que sea tarde. Lo importante es saber identificar cuáles son los problemas que están afectando el desarrollo del negocio y cómo abordarlos para evitar riesgos mayores.
Cuando la urgencia es una necesidad
En ocasiones, los dentistas pueden verse en la necesidad de contratar a personal de forma urgente, ya sea porque se ven invadidos de una gran cantidad de trabajo, porque tienen otras ocupaciones más allá del consultorio, o simplemente por razones personales. La realidad es que contratar a alguien de forma urgente siempre es un riesgo.
Normalmente, no se conoce a las personas hasta que ocurren situaciones que muestran un aspecto desconocido. Incluso cuando se trata de una persona recomendada o conocida, compartir las actividades laborales siempre implica incertidumbres.
¿Por qué hacerlo bien desde un principio?
En principio, podemos afirmar que contratar a alguien sin tomar los recaudos o siguiendo algunos pasos de seguridad es peligroso para todo el negocio. Sin embargo, se puede revertir la situación, pero siempre es conveniente hacerlo bien desde el principio. Contratar a la persona equivocada puede traer problemas más graves a futuro y todo se puede convertir en un caos, con resultados como la mala reputación, la pérdida de dinero y de clientes.
Un error muy común en la práctica dental
Uno de los errores más comunes en la práctica dental es la contratación de personal que no tiene experiencia en el área. Esto requerirá de un proceso de aprendizaje, que seguramente tendrá que hacer usted, para que la persona adquiera los conocimientos. Y, por supuesto, llevará tiempo ver los resultados. Usted debe pensar que el tiempo que invertirá en el proceso de contratación para elegir a la persona indicada es el tiempo que se ahorrará más adelante.
Cómo elegir a la persona indicada
Explicar correctamente las tareas a desempeñar
La descripción del puesto de trabajo es imprescindible. No basta con un título atractivo o descriptivo, sino que es de suma importancia aclarar cuáles serán las tareas que estará desempeñando la persona una vez contratada y cuáles son las expectactivas. Hacer una lista con esta información evitará que se presenten personas que no son idóneas o no tienen la experiencia que se necesita.
Leer los CV en detalle
Este es el primer paso para hacer una preselección. Al hacer esto correctamente, se verán los resultados rápidamente. Es importante no dejar pasar por alto ningún detalle y ser muy exigente en esta etapa.
Hacer entrevistas virtuales y personales
Además de hacer una preselección, una entrevista virtual previa a la entrevista personal será de mucha ayuda. Incluso, esto también esclarecerá dudas en caso de que no esté muy seguro sobre a quién incluir en la preselección. Ver y hablar con la persona, aun cuando sea virtualmente, es de mucha ayuda y se ahorra tiempo antes y después de la contratación.
Preguntas correctas y evaluación
Cuando se lleven a cabo las entrevistas cara a cara, es un buen momento para evaluar el conocimiento de los postulantes. Además de hacer las preguntas correctas y ver cómo se desenvuelve personalmente, es ideal poner en práctica la evaluación para saber si realmente sabe lo que dice saber. Además, y esto es primordial, se debe observar cómo responde y cuál es el trato que tiene con los otros, ya que estará en contacto con los clientes de forma directa.
Conclusión
Contratar a las personas equivocadas puede ser el fin del negocio. Parece exagerado, pero no lo es. Cuando se contrata a una persona que no es idónea para el puesto de trabajo, además de perjudicar la práctica dental de forma directa, puede traer problemas financieros si se llega a un extremo impensado. La buena actitud, el buen desempeño, un excelente trato con los pacientes, la empatía y responsabilidad deben estar siempre entre las características de alguien que trabaja en una práctica dental o cualquier lugar relacionado con la salud.